Cuba Testigos: Paella de mariscos...la comida cubana al estilo de mi abuela.

sábado, 2 de abril de 2011

Paella de mariscos...la comida cubana al estilo de mi abuela.

La paella más rica que he comido en mi vida, me la sirvieron en Casilda, Sancti Spíritus, cuando era una niña y me gustaba ir a la playa Ancón bastante a menudo. La casa de mi abuela era en Trinidad y aunque soy de Ciego de Avila, pasé muchos años en esa regiòn, casi toda la primaria.
Esta es la paella al estilo Marinera donde predominan las frutas del mar como las gambas, las almejas o el calamar.

Ingredientes para 4 personas:

Arroz: 500 gramos
Gambas: 250 gramos
Calamar: 200 gramos
Almeja: 200 gramos
Pimiento Rojo: Medio
Guisantes: 150 gramos
Ajo: 1
Perejil: 1 ramillete
Azafrán: 1 8 hebras
Sal: Una pizca
Aceite: Media tacita
Preparación:

Tiempo estimado: 40 minutos

Calentar el aceite en una paella y saltear las gambas a fuego vivo un par de minutos.
Escurrir al sacarlas y apartarlas
Incorporar el pimiento picado, los guisantes y los calamares limpios y picados
Rehogar durante 5 minutos.
Añadir un mojito hecho con el ajo pelado, sal, el perejil y el azafrán, revolver y agregar el arroz
Cocer 10 minutos
Añadir las almejas y cocer hasta que el arroz esté prácticamente seco
Colocar las gambas por encima y terminar la cocción.
Yo prefiero dejar bastante caldo de mariscos cubriendo el arroz, y servirlo inmediatamente antes de que se absorva todo el líquido. De esta manera, la paella queda sumergida y es exquisita.
Por mi parte también y aunque a mi abuela no le gustaba, yo le agrego ruedas de piña y manzana una vez que el arroz está servido. Maravillosa receta.
Que la disfruten. Creo que es una buena idea para el fin de semana.

2 comentarios:

recetas de cocina9 de agosto de 2011, 1:42
Esta receta ya la he visto yo en www.recetasdiarias.com
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Cuba testigos14 de agosto de 2011, 21:08
Estoy segura de que pueedes haber visto esta receta, pues yo no inventé la paella, mijo. jajajaja. Pero si me queda más rica!
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Solo la opresión debe temer al ejercicio pleno de las libertades.
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Sólo la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades.
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