Bello poema de Leonel Castellanos Rodríguez/ periodista y escritor.
Un descubierto avance observo en las células
que componen mi silente nostalgia, revertida en ocasiones
por las hojas de una sombría y áspera coartada
donde me refugio sin las plegarias inconstantes y criticas
debajo de la almohada.
Audaz y astuto me convoco a un congreso imaginario
renegado en los rincones, auspiciado por una tristeza
loable a la incertidumbre, confusa herramienta y
viciosa actitud de compadecerme en la liberación
de mis exaltados impulsos, en la ansiedad de buscarte.
Reconozco las aventuras de un inquieto proceder
vacilo en las intenciones de contenerlo, sufro
las incapacidades del cautiverio, me inclino
en los lagos de una lejana mirada que asoma
en la inicua soledad y ya para entonces existo.
Sin mandatos, sin abstenciones demoradas en los suburbios
que la locura precipita en los pensamientos divagantes
de la desesperación, concreto que estas junto a mí y no lo noto
y me duermo en la salvación de que estarás siempre
aunque las llagas traspasen los músculos y las vértebras.
Eterno cazador, con una guitarra armándome, disparo un poema
directo a la diana que debajo de tu pujante palpitar vive.
Inocente delicia es la conquista que te hace naufragar en los cimientos
de mis costumbres aun cuando somos tan diferentes
como la orilla y la ola repetible, que enumera infinitas estocadas.
Un día el cielo se llevara la figura de mi alma
puede que se lleve hasta las palabras que hoy uso para ti
puede que me arrebate el sentir y hasta los deseos
que me embrujan, pero el recuerdo de haberte tenido
en lo más profundo del querer, eso irá conmigo.
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