martes 19 de abril de 2011
El final de ETA
Suena “La muerte no es el final”, y se suceden las imágenes de los caídos por España. Arteseros, Alfonso, ese maestro de las noches de domingo, abuelo de tantos huérfanos de la historia, observa serio, con los ojos vidriosos, tan solemne homenaje patrio. Su voz advierte y repica desde los televisores con su mensaje llano y emocionante: “yo también soy víctima del terrorismo porque lloro cuando un compatriota cae abatido. Yo también soy víctima del terrorismo porque perdí a un buen amigo de la juventud...”
Y se escuchan timbales, trompetas, marcha fúnebre de salvación, porque la pasión se acerca y nuestro espíritu brilla, como nuestras rodillas se oscurecen cuando besamos el suelo que pisamos. Nuestra tierra se alborota con Cristo en la Cruz, los hombres sueñan, las víctimas se consuelan, silencio roto al compás de las cadenas y los mantos, de la intermitente luz del cirio, del solemne paso de los pies descalzos. Cristo murió primero por ellos.
Las víctimas son la luz de la nación, se levantan como un faro que recuerda que España les debe la vida, la vida que dejaron los suyos, como Cristo. ¿Ya no hay Fe? ¿Qué temen los dictadorzuelos?, ¿la conciencia? ¿Por qué redoblan los tambores contra los católicos, cristianos todos, en el tiempo de las víctimas?¿Por qué se consiente la mofa y el escarnio ante el dolor y la esperanza que inspira la Fe? Mayor sacrificio que la propia vida no se puede ofrecer. ¿Y es acaso para nada?
Recogemos el testigo, levantamos la bandera, alzamos el rostro, descalzos, con barro entre los dedos, semidesnudos, con yagas en las manos, y caminamos heridos pero con valor entre el desierto, el cautiverio y la injusticia. Grupos de ultraizquierda amenazan con boicotear las procesiones. Rubalcaba y Trillo se han reunido en secreto para pactar determinadas medidas. Se cesa de interpelar sobre el caso Faisán al vicepresidente del gobierno en el Congreso. Rajoy no ha acudido a la pasada manifestación de las víctimas del terrorismo. Pepe Blanco se regocija y presume de que Zapatero logrará el fin del terrorismo de ETA. Curiosamente, éste parece coincidir con el final de España. El gobierno se quiere rendir; con lo que si ya no existe España, ¿contra qué han de luchar los independentistas etarras? Se les ofrece una victoria. ¿El precio? Nuestra derrota como nación.
Publicado por Paco Bono en 2
y Por casualidad este Pepe Blanco es familia del concejal cuyo hijo fue asesinado por ETA, aquel Juan Manuel Blanco? Por qué entonces es tan ignorante?
ResponderEliminarTe comento, sin animo de ofender a nadie, mucha gente en este país (España) me dejan perplejo y ahora cuando se aproximan elecciones se desdibuja mucho mas el sentido común, sencillamente vale todo por trincar un espacio de poder político, para seguir haciendo sabe dios que, porque el país peor no puede ir, la multitud agoniza en las colas del paro, convertido en la única opción nacional de subsistencia familiar.
ResponderEliminarTienes mucha razón--
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