¿Y EL MINUTO CON LAS DAMAS?
Por Sylvia G. Iriondo, Presidenta de M.A.R. por Cuba
(Publicado en la Edición Digital de Diario Las Americas con fecha 31 de marzo de 2012)
Fueron tres días los que duró la visita de Su Santidad Benedicto XVI a la Patria. Setenta y dos horas que pasó en tierra cubana. La furia de los cañones y la ira "revolucionaria" con que fue recibido presagiaban condiciones de la visita del Papa. Palabras un tanto ambiguas para aquéllos que esperaban su mensaje de esperanza. Avanza caravana papal por calles adornadas con personas amaestradas. Banderas con el escudo y colores del Vaticano -amarillas y blancas- en el aire se agitaban. Corpulentos hombres de espalda a la caravana colocados estratégicamente para controlar el panorama. El Papa se hinca de rodillas para orar en El Cobre e inclina su cabeza ante una mujer: La Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, nuestra "Cachita"
¡mambisa, mestiza y cubana!``
Dos misas celebradas. La primera en la Plaza del Titán de Bronce Antonio Maceo entre montañas y palmas. Una muchedumbre controlada vestida con ropas mayoritariamente blancas. Cubanos obligados a presentarse en la Plaza. La cúpula y partidarios del régimen sentados en primera plana. Montaje escénico para consumo extranjero. ¿Y el minuto con las Damas?
Peregrinos, algunos caballeros de la Orden de Malta con capas negras y sombreros "jipi-japa". Cánticos del coro. Además, fieles cubanos atentos a la Palabra que no fueron encarcelados y llegaron a la plaza. Repentina conmoción cuando el valiente mulato cubano cívicamente exclama: ¡Libertad y Abajo el Comunismo! Tumulto, golpes, patadas. Vestidos de civiles, autoridades entrenadas. Sujeto con chaleco y camilla de la Cruz Roja a puñetazos se ensaña. Las turbas se llevan al buen cubano y a la fuerza lo amordazan
¿Dónde está y cómo se llama?
Cordones de seguridad aseverando que allí no se permitirá nada. Zonas a lo largo de la isla completamente militarizadas. Patrullas en las calles y en las casas de activistas apostadas. Al menos 250 arrestos, detenciones y prisión domiciliaria. Palizas, atropellos y constante vigilancia policíaca. A lo largo de la isla, comunicaciones bloqueadas. Resistencia, hombres y mujeres, vanguardia de conciencia ciudadana. ¿Y el minuto con las Damas?
Termina la Jornada de Santiago. Ya van camino a La Habana. Misa en la Plaza de la Revolución, antigua Plaza Cívica de nuestras añoranzas. La justa denuncia de Martí se desgarra en su garganta. El rostro del Ché con boina enluta de dolor la Plaza. Dos homilías genéricas, que igual podían pronunciarse en Ginebra, en Santiago o en La Habana. De las víctimas y de la represión, ¡absolutamente nada!
Reunión en la Agenda de 40 minutos con Raúl Castro en el Palacio de la Revolución. Conversación privada. Cálidas sonrisas. Manos ensangrentadas de dictadores asesinos se estrechan con las del Papa. ¿Y el minuto con Las Damas? "La agenda es muy apretada y no estaba ni siquiera programada".
Reunión de 30 minutos con Fidel Castro y familiares en la sede de la Nunciatura del Vaticano en La Habana. La agenda es más flexible para acomodar al tirano; no así para recibir por tan sólo un minuto a las Damas. Más sonrisas de ambas partes se profesan e intercambian. Manos ensangrentadas de dictadores asesinos se estrechan con las del Papa. Caravana de partida. La alta jerarquía de la Iglesia observa complaciente, satisfecha y realizada. ¿Y el minuto con las Damas?
¡Vergüenza vaticana!
Tarde de copiosa lluvia
¿Serán lágrimas de mártires o llanto de Dios sobre La Habana?
EL DÍA IDEAL, EL DEL FLACO
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Hoy es el Día Ideal, que ni esculpido, para sostener que Dinero y Felicidad
tienen poco que ver, que lo que de verdad cuenta -y pesa y besa- es tener
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