(Serie Cuba, el ¨cordero envenenado¨....)
La Sierra de Cubitas,¿almacén de armas bacteriológicas?
Sumario: Qué dejaron los rusos en el túnel número 8, tras la puerta 21 bloqueda con dinamita… en su extraño delirio, él único sobreviviente de la tragedia habla de un túnel que congela a los lagartos…
Siempre se ha dicho. Para muchos no es secreto que Cuba, al igual que otros estados terroristas, ha estado almacenando armas químicas y bacteriológicas desde principios del actual gobierno.
Pero, cuando salen publicados artículos como el que vamos a leer
con testimonios, no nos queda menos que preguntarnos si las autoridades mundiales comprobaron qué es lo que hay en la Sierra de Cubitas, si el lugar ha sido destruído o permanece allí esperando que lo pongan en práctica…nos referimos al almacén de armas bacteriológicas más importante que ha conocido la historia.
En su relato publicado en París*, el autor Juan Vivés manifiesta que “Queda un último y mudo testigo del drama que fue la crisis del Caribe: el bunker mas extraordinario que se haya construido jamás en América. Está situado en la Sierra de Cubitas y antes de su evacuación, las tropas soviéticas bloquearon la entrada con dinamita”.
“Dentro del bunker, en un amontonamiento caótico, dejaron excavadoras gigantescas, otras máquinas más livianas, camiones, orugas,palas mecánicas, varias centrales eléctricas con generadores Diesel que debían suministrar electricidad a todo el complejo y miles de kilómetros de cables destinados a los sistemas de iluminación y comunicaciones.”
“Dieciocho años después, podemos preguntarnos para que servía ese complejo subrterraneo provisto de puertas de acero de un metro de espesor. Si alguno de los que dirigieron su construcción llega a leer este documento, debiera tratar de recordar qué dejaron los rusos en el túnel numero 8, detrás de la puerta 21 (bloqueada con dinamita) que daba a un gran recinto con varias galerías. Tal vez, sin que nadie lo sepa, aún permanece almacenado en territorio cubano el stock de armas bacteriológicas más importante que ha conocido la Historia, el cual podría contaminar en un día, a todo el continente americano.
Tras la partida de los rusos, se apostó allí un pelotón de veintiún hombres de la compañía de Seguridad del Ejército del Centro -- cuyo estado mayor general opera en Camagüey -para custodiar las instalaciones pues, si bien el lugar había sido abandonado al término de la crisis del Caribe, los diversos dispositivos permanecían “in situ.”
Los integrantes de los sucesivos pelotones que actuaron como guarnición se quedaban tres meses en ese paraje, sin salir de él, y debían someterse a un examen médico antes de su relevo.
En julio de 1965, a modo de pasatiempo, los soldados Emeterio Polavieja y Marcos Villalobos abrieron una brecha y se dedicaron a inspeccionar los túneles; cuando llegaron al número 8, abrieron la puerta 21. Pocas horas después, sufrieron vómitos acompañados de convulsiones y parálisis de los miembros inferiores. Como las órdenes de no salir bajo ningún pretexto eran muy estrictas, sus compañeros telefonearon al Hospital Militar de Camagüey y éste, envió urgentemente a los doctores Archibaldo Gómez y Andrés Expósito.
El Estado Mayor del Ejército del Centro comunicó el caso al Ministerio de las Fuerzas Armadas. A las veinticuatro horas, un puente aéreo de aviones de transporte militar Antonov 22 desembarcó en el aeropuerto Ignacio Agramonte a mil quinientos hombres de los cuerpos del Ejército de los Urales, especializados en la guerra antiquímica y provistos de materiales especializados.
Durante dos meses fumigaron con lanzallamas todo los terrenos aledaños y poco tiempo después, los soviéticos cerraron herméticamente las entradas de los túneles: primero las tapiaron con cemento y por último, valiéndose de potentes topadoras, ocultaron los últimos vestigios bajo una capa de tierra.
Los veintiún soldados fueron transportados urgentemente a la URSS junto con los dos médicos. La fatal experiencia dejó como saldo un solo sobreviviente hemipléjico, y con sus facultades mentales reducidas a un 60%. Este despojo humano fue repatriado a Cuba en febrero de 1976, tras once años de luchar contra la muerte en el Hospital Lenín de Moscú. En su extraño delirio habla de "un túnel de aluminio con un líquido muy frío que congela a los lagartos". Deduzco que se trata de recipientes de acero inoxidable que contienen nitrógeno líquido.
En el Ministerio de las Fuerzas Armadas no existe ningún documento acerca de este accidente; oficialmente, el caso nunca ocurrió. Sin embargo, muchas personas recuerdan estos hechos con aprehensión en la Sierra de Cubitas.
Hasta qué punto es capaz el gobierno de Cuba de utilizar estas armas?, fueron trasladados los agentes bacteriológicos de lugar?, permitiría el gobierno cubano la inspección de Naciones Unidas?
Una guerra que se ha librado entre Estados Unidos e Irak porque Sadam Hussein ha fabricado armas químicas y bacteriológicas y patrocina el terrorismo internacional** que recientemente acabó con la vida de cientos de miles de ciudadanos norteamericanos, y de muchas partes del mundo, en el atentado del 11 de septiembre, 2001.
En qué punto de esta historia entra a jugar el gobierno de Cuba?
*Datos bibliográficos:” Título original francés: Les Maitres de Cuba”
Opera Mundi, PARIS, 1981
Emecé Editores S.A., 1982
Buenos Aires, Argentina
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Hace 1 hora
Este artículo no es historia. Para mí, allí siguen haciendo el mismo trabajo, como dijo Castro, los yanquis se llevarán una sorpresa si vienen encontrarán ¨un cordero envenenado¨...
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