GUANTÁNAMO, Cuba, 23 de
abril de 2013, Aleaga Pesant/ www.cubanet.org.-
Juannier Rodríguez Matos es un joven guantanamero que esperaba graduarse este
año de Licenciado en Biología. Mestizo, de complexión delgada, bajito y
con espejuelos. Es la imagen pura del
niño inteligente. Y así es en realidad. Hasta el primer semestre de
quinto año, obtenía más de cinco puntos como
promedio de curso y goza del
respeto de sus condiscípulos y maestros. Pero cayó en desgracia.
Conocí a Juannier en casa de
Isael (Ichi) Poveda, en el reparto Caribe, en Guantánamo. Se le veía nervioso,
ansioso. Esperaba razones para viajar a La Habana a gestionar su
reingreso a su Universidad de Oriente, a donde dicen no podrá volver por orden
de la Rectora.
Su delito: cuestionar
públicamente los servicios extracurriculares de la Universidad Un
día, dicen, le llevó un plato de comida a la Rectora y le preguntó
si ese era la comida para un estudiante. Otro subió a los tanques de agua
de la Universidad, obtuvo muestras de su composición y también las llevó a la
rectoría. En otra oportunidad interrumpió una reunión de la brigada de la
Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), para que los profesores
miembros del
partido comunista no intervinieran en ella y presionaran a los alumnos.
No queda claro cual fue la
gota que colmó la copa. Pero Juannier, desde el uno de abril, no puede
ingresar al alto centro de estudios. Pidió ayuda legal, en los Bufetes
Colectivos en Guantánamo y Santiago de
Cuba, pero nadie esta dispuesto a dársela.
En La Habana espera ser oído
de alguna manera; mientras, los miembros de la Alianza Democrática
Oriental, independiente, se aprestan para apoyarlo.
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