Un amigo del cual me reservo el nombre, acaba de regresar de Cuba, a donde fue de visita a ver a su madre enferma. Ha llegado con mucha depresión y el doctor le ha recetado psicofármacos.
Me dijo que ver el edificio donde viviera junto a su familia le produjo la misma sensación de atravesar por una ciudad devastada por algún desastre. Sin pintura, deteriorados los apartamentos que se mojan desde el cuarto al primer piso, algunos con los baños deteriorados y lo peor, sin la esperanza de conseguir los materiales necesarios para arreglarlos, ni la pintura para hacerlos más alegres y limpios.
Este es el central Venezuela, antiguo central Stewart. Ya no recuerdo cuántos años hace que no funciona. |
Recuerdo que cuando salí de Cuba en 1996, ya me detenía a observar a las personas que me rodeaban en las calles, terminales de ómnibus, en las colas para comprar alimentos, etc. Buscaba una sonrisa en sus rostros a toda costa pero muy raramente la encontraba. Veía en ellos angustia, tristeza, una seriedad sombría, como si el velo de una postguerra lo cubriera todo.
Yo también siento tristeza y pienso que sí, que un gran desastre abate a mi país desde 1959...
Esta foto es de La Habana, pero es igual o peor a lo largo del país... |
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