¿Crees que los que queremos la libertad de Cuba nos metemos mucho en ¨polìtica ¨, y que tu decisión de mantenerte aparte es lo correcto?

Antes de que leas estas reflexiones, te pregunto: ¿amas a Cuba? ¿te gustaría verla libre y próspera y ayudar abiertamente a tus familiares?, ¿ir y venir sin pedirle permiso a ese que hurga en tu vida privada para decir SI o NO?, ¿ te gustaría con tu trabajo honesto y sacrificado,desde cualquier lugar del planeta, comprar una casa y alimentos a tus seres queridos que sufren la terrible tragedia económica y social que todos conocemos?, ¿crees que sería justo poseer lo que otros latinoamericanos como en México, Costa Rica, Argentina o el propio Puerto Rico, poseen: el derecho a vivir donde les plazca y regresar a su país, cuantas veces quieran, conservando EL FRUTO DE SUS ESFUERZOS EN SUELO propio?. Si has respondido que sí a estas elementales cuestiones, entonces sigue leyendo. Si no, date la vuelta. No contamos contigo para ayudar a Cuba.

Alguien muy cercano a mí, pero no cubano, me dijo que el blog Cuba Testigos es demasiado político y que le gusta más el otro que tenemos juntos, que habla de asuntos tan interesantes como la salud, la cura de enfermedades por medio de productos naturales, de Dios y el amor, de la esperanza del poder divino para la consecución de un planeta más justo y feliz y de cuanta noticia interesante recorre el mundo, incluyendo chistes (Thoughts Worth Thinking, http://griffonsx2.blogspot.com/)...

Entonces traté de explicarle que nuestro asunto es precisamente que un grupo de gansters fascistas usurparon el poder e implantaron una política que destruye toda la biología nacional desde hace más de medio siglo;le dije que el problema de Cuba, no es político por parte de los que luchamos por su libertad, aunque incluso muchos cubanos mal interpretan esa realidad y olvidan de cómo es imposible permanecer ¨apolítico¨ en la isla de los capos Castro, sin que te tilden de ¨apático, desafecto, gusano, enemigo y un sinfín de epítetos diseñados por la ¨cúpula política¨ que destroza y posee a nuestra nación.

En el mismo tono que hablamos sobre los desastrosos proyectos políticos y económicos que han hecho daño a Estados Unidos, y que por ejemplo, en su indiferencia humana y complicidad económica con China, ha llevado a éste maravilloso país a una deuda superior a la deuda externa de ese propio país asiático. Si los EEUU continúan emitiendo moneda dólar papel para disimular el debacle económico financiero Mundial y continúa acrecentando su deuda externa, terminará haciendo que una hojita de un rollo de papel higiénico tenga más valor que un dólar.-

Nosotros dedicamos tiempo a hablar, investigar y debatir sobre los problemas de América, y ¿por qué?. Primero, porque el ciudadano común norteamericano está siendo afectado grandemente por la ¨política¨ ; segundo, porque la democracia más fuerte del mundo está en medio de una crisis y tercero, porque si los hombres honestos no toman partido en esta situación y se mantienen apartados de la realidad, entonces los ¨pillos¨ y delincuentes destrozarán lo que los mejores hombres de América levantaron con sangre, sacrificio y más que todo, con dignidad; con esa hidalguía propia de los héroes de pasados siglos y que no abunda mucho ya, lamentablemente.

Próceres como George Washington(1732-1799), Thomas Jefferson (1735-1826)y Abraham Lincoln(1809-1865) se ¨metieron¨en política y permitieron la fundación de los Estados Unidos de América allá por 1787, con la redacción de una Constitución inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían los ilustrados, y que dio paso al Gobierno Federal único.


¡SEÑORES, LA INDIFERENCIA ANTE TODOS ESTOS HECHOS NO ES NI SIQUIERA DECENTE! Si los indiferentes llevaran las riendas del mundo, quizás Hitler habría logrado su sueño de conquista y exterminio con su partido Nacional Socialista Naxi.

Soy una madre de familia, una trabajadora común y corriente, solo una mujer; un diminuto ser más en este continente que debió unirse en un sólo país hace doscientos años y enarbolar una única bandera, una fuerte constitución que no diera paso a caudillos y terroristas corruptos, para hacer algo grande y mejor de América Latina.

No soy ni siquiera experta en política, pero me niego a permanecer en el absurdo e inmoral silencio que muchos prefieren. Amo a mis familiares en la isla. Les ayudo todo lo que puedo desde Estados Unidos. Pero no me refugio en esa inercia aplastante que solo prolonga las pesadillas. La dictadura le teme a ese despertar del cubano y vive aterrada en sus noches de insomnio, por el miedo a que un día el ciudadano que no se mete en polìtica, dentro o fuera del país, amanezca claro y decidido a ¨poenerle las peras a cuatro¨. Porque esa ceguera tiene cura y la tiranía lo sabe.


Ese sentido de culpa ( y de miedo) por ¨meterse en política¨ es altamente indignante cuando se observa tanta aceptación con los ¨políticos comunistas¨, que en cuanto medio de comunicación existe (en facebook y twitter, por ejemplo) meten su veneno SUPERPOLÍTICAMENTE hablando e INTRANSIGENTEMENTE defienden a ese cáncer que inventaron para torturar a los seres humanos ¨apolíticos y normales¨ , a los ciudadanos que sólo quieren ocuparse de sus familias.

Cómo dijera un buen camagüeyano hace algunos años y sito: ¨El problema cubano nunca fué un problema político. No fue ni es un asunto entre conservadores y liberales, ni entre republicanos y demócratas; mucho menos una diferencia entre demócrata-cristianos y social-demócratas. Ni siquiera una lucha entre el corrupto PRI y sus reivindicadores PAN y PRD (México)¨ (El problema de Cuba no es un problema político
Dr. Guillermo Delmonte, para Camagüeyanos por el Mundo.
Diciembre, 1997.)

Es mucho, muchísimo más. Es la confrontación entre dos filosofías diametralmente opuestas, una idealista y otra groseramente materialista. Es la lucha de Dios contra el ateísmo estéril y procaz. Esto bien lo sabía en 1960 -y lo sabe ahora- la Iglesia cubana. Es la democracia contra la esclavitud, es la preservación ecológica contra la bárbara deforestación de la Naturaleza; es la muerte contra la vida. La libertad contra la más abyecta degradación de la condición humana. El estado policial, salvajemente cruel, asesino e injusto, contra el estado institucional, justo y jurídicamente civilizado. Es la verdad contra la mentira estatal. Es, en suma, la lucha del bien contra el mal.

Y todo esto y mucho más, cuyo relato haría interminable esta relación, lo padece hoy, en el siglo XXI, un pequeño país enclavado en el corazón de la América, para bochorno de gobernantes que, con su dejar hacer, por respeto a la «autodeterminación» y a la «no injerencia», permiten, en cómplice silencio, la agonía de un pueblo merecedor de un destino mejor.

¿Por qué, entonces, hablar de política?

Señores, aquí nadie habla de política.

¡Aquí nadie es político!

La política vendrá cuando Cuba sea libre y soberana. Mientras tanto, ahora, ¡hoy!, ayúdennos a ocupar el puesto que por derecho nos pertenece en el concierto de las naciones libres y civilizadas.