El viejo psicópata sexual y pedófilo Néstor Baguer, hoy difunto, transitó por la vida como un traste que al final, entregó su alma al diablo para salir del lodo y obtener cierto reconocimiento social, cosa que los comunistas aprovechan sistemáticamente para sacar héroes de la mierda, y así crear el mito de que casi todos los opositores son infiltrados y agentes de la policía polìtica.
Este viejo decrépito vivía en casa de una señora cuyo nombre no voy a revelar para protegerla, pues no se donde se encuentra actualmente. Era una mujer joven. Se había casado con Baguer que le había prometido sacarla del país con sus hijos. A cambio, el viejo sucio trataba de forzarla todas las noches, pero ella lo rechazaba porque el trato había sido solamente recogerlo de la calle donde aparentemente vivía como vagabundo, y dejarlo vivir en su casa si Baguer la ayudaba a salir de Cuba.
Una noche la señora X, me despertó muy asustada y me dijo: ¨Ven a ver cómo este viejo sinvergüenza es el trajín de la Seguridad del Estado (léase REPRESIVA POLÍTICA DE CASTRO). Yo lo voy a botar de aquí, él es un farsante.
Escondidas detrás de la puerta, observamos como un negro gordito y bajo al que llamaban Leo, le torcía las muñecas de las manos al chivato Baguer y le exigìa que le entregara los últimos cinco dólares que aún guardaba en el bolsillo. Ya había vaciado muchas noticias entregadas por periodistas independientes, entre ellos un largo artículo donde escribí acerca de la destrucción del sistema ecológico y el medio ambiente en las provincias Camagüey, Ciego de Avila y Sancti Spíritus.
Los datos provenían de personas que trabajaban en la Academia de Ciencias de Cuba y que me proporcionaron informes clandestinamente. Por costumbre para proteger las fuentes, no dejé ninguna referencia de los entrevistados y no fueron detenidos.
El godito agentón de la Gestapo (el tal Leo), le apretaba con el revólver al viejo cobarde una cadera que éste se había roto cuando cayó borracho de la bicicleta por la esquina de Zapata y C. Le torcía las muñecas y le baboseaba la cara diciéndole en secreto: ¨Dame los fulas que te quedan, que esos son pa-mi, que te piensas?.
Esa fue la última noche que pernocté en casa de Baguer. LLamé a varios periodistas independientes y opositores y les dije lo sucedido. Una vez que Báguer se vió descubierto por mí, me perseguía por toda La Habana. En cierta ocasión estuve detenida 28 horas en L y Malecón. Baguer y Manuel David Orrio se encargaron de decir que yo me encontraba en un Hotel de Guanabo disfrutando de los dólares que habían enviado para el BPI. Ellos sabìan que yo estaba presa y que había sido deportada horas más tarde dentro de mi propio país, hacia mi ciudad natal, Ciego de Avila, con la prohibición de regresar a La Habana.
Por supuesto que no obedecí al presidio domiciliario y escapándome de muchas maneras, seguí mi trabajo unas veces presa y otras escondida.
Tal y como hago actualmente con ciertos personajes que ocupan el espacio dejado por esas lacras, al llegar al exilio denuncié a todos los que conocíamos como infiltrados. Tuve enemigos, muchos, incluyendo periodistas de renombre en Miami. Pero el tiempo despejó la incógnita.
Lo que mueve a todas estas hienas no es la fidelidad al Gobierno fascista de La Habana. Es la avaricia, el afán por limpiar sus nombres de la inmundicia, la cobardía y otras desafortunadas cualidades. Reciben dinero y ayuda de los cubanos que en el exilio enviamos a los verdaderos patriotas, y una vez que el gobierno decide descubrirles, se quedan en la ruina. El caso que narré de Aleida Godines es ejemplo: tuvo que robarle a la señora Pura los cuatro trastes y sus objetos valiosos para sobrevivir después que la condecoraron como Agente Vilma.
Hace unos años, antes de que el viejo Baguer muriera y ya estando yo en Miami, supe que lo habían condecorado como agentón y que había recorrido toda la isla ofreciendo conferencias de prensa. La sarta de mentiras que dijo durante las tertulias, no sorprendieron a ninguno de los que le conocimos. Uno de sus dones más valiosos eran la blasfemia, la intriga, la difamación y su debilidad sexual por las niñas jóvenes.
Este es un retrato breve de uno de los tantos miserables que Castro usa y manipula contra los cubanos que luchan por la libertad, y luego los ¨limpia¨con medallas y condecoraciones. A pesar de todo ese esfuerzo, el régimen no ha podido ni podrá detener el avance de la sociedad civil y por consiguiente el fin de la tiranía.
Cuando ese momento llegue, que no corran....
CIUDAD SAN BLOGGER
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rhythm and blues in blue, partiéndome el alma cada día sólo porque alguien
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