lunes, 22 de junio de 2015

Incoherencias


Hace unos minutos, hoy...hace apenas un siglo, unos instantes, buscaba una palabra para enfundar mis suspiros, para esgrimirlos al aire, y de pronto un nombre que salta y se rompe, se desborda y me asfixia. Hace unos segundos, ese nombre salta fuera de la computadora y se me aferra al cuello. Tu nombre. ¡Malditas náuseas!

Me dijo que necesita una plaza donde sacudir las cenizas y salió a buscarla en medio de la nada, porque ya no podía seguir al lado de aquel hueco. Si no la encuentra, dice, le saldrán por los ojos y la nariz: No regresará aunque camine el resto de su vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario