domingo, 21 de octubre de 2012
Al leer estos comentarios y ver testimonios de colombianos poniendo a este criminal como santo y bueno, me doy cuenta del porqué existen capos en el mundo, por quiénes son apoyados y cómo llegan incluso a ser gobernantes en países como Cuba y Venezuela. Si existe corrupción en el gobierno de Colombia, eso no justifica el terrorismo despiadado como el que cometió este demonio no sólo contra políticos, sino contra la población civil. Además de eso, la droga es un cáncer que diezma y enferma a nuestros hijos, nuestras familias. Que horrible suele ser el alma de algunos pobres imbéciles, cuyo fracaso personal y baja autoestima lleva a ser admiradores y seguidores leales, sicarios o carneros, de este tipo de personajes.
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