Un día de las madres en presidio....
Aqui están ya grandes. Los amo tanto y por siempre, aunque muerta seré angel para protegerlos.
Ha pasado mucho tiempo.... ¡que lindas las manos de mis hijos!...¡Tan fuertes sus brazos que hoy me sostienen!
Cuando
mis hijos eran muy pequeños fui encarcelada por el supuesto delito
castrista de Propaganda Enemiga. En el calabozo, con unos pedazos de
yeso arrancados a la pared con las uñas, dibujé sus nombres. Por la
noche, cuando el imsomnio quebraba mis fuerzas, ponía la palma de las
manos sobre las letras y entonces, me quedaba dormida....
Este trozo de papel llegó a mí envuelto y escondido en los bolsillos de un custodio con alma, al cual jamás he olvidado. El padre de mis hijos me lo llevó en una visita, pero no me lo dejaban llevar a la celda. Sin embargo ese cubano, lamentablemente vestido de verde, me ayudó a guardar las letras que como bálsamo, quitaron de mis ojos la angustia de no tener a mis hijos cerca, y aquel Día de las Madres de 1992 el dolor era mucho más intenso.
Cuando salí de Cuba, no pude traerlo pues se me prohibió traer a USA artículos personales. Casi veinte años después , alguien a quien quiero profundamente y que aún está en la isla, me hizo llegar un pequeño bulto de papeles atados con una cinta.
Fotos amarillas, versos, dibujos infantiles, cartas y una postal de Navidad que el pastor del pueblo me llevó alguna vez. Todos esos recuerdos los tengo aqui ahora conmigo.
Mis hijos crecieron en libertad. Doy gracias a Dios y a María Santísima por eso. Pero mi dolor está quieto y detenido en un rincón del ayer, donde les falté para besarlos al dormir; donde no pude alimentarlos y contarles la razón por la cual no llegué al final del día al bancón de sus angustias, donde lloraban mirando el camino por donde había salido del pueblo hacia un cuarto mustio, lleno de sapos, piojos y mazamorra.
Madres rehenes del dictador sin escrúpulos. Mujeres mariposas, sin más alas que sus sueños de libertad y respeto. Angustias del olvido en un lugar donde no llega la justicia.
Hijos y letras y caritas pálidas en un rincón de la tristeza.
¨Yo espantaré con mis ojos, a quien venga a despertarte...
Hay solamente un cercado
donde la traición no cabe:
búscalo que está en mi pecho...
tienes madre...¨
Cuando penes ve a mi encuentro,
que en el camino has de hallarme
cuando llores no me grites
que yo iré sin que me llames,
pedazo de mis entrañas,
sangre que llevas mi sangre,
duerme tranquilo tu sueño...
!TIENES MADRE!¨
Pero hoy es recuerdo. Un escombro del pasado. Mi cárcel trajo su fruto. Logramos salir al mundo real y aunque todos los vientos estaban en contra, hoy somos libres.
¨Hay solamente un cercado
donde la traición no cabe:
búscalo que está en mi pecho...
soy y seré tu madre.¨
Hoy guardo en seguro cofre de madera, la letra de mis hijos. Y siempre que la tristeza de aquellos años quiere anularme, leo y veo claras las manitas que dibujaron, amaron, y me levantaron cada día del presidio para seguir soñando....
Ayer he nacido
hoy ya me marcho
mañana vuelvo sobre el pino del fondo de mi bosque
el halcón me ha dicho
que regreso
pegasso blanco, mis hijos en las alas,
plumas que llevan sonido
de libertad
Yo sería roble sin tiempo
si la noche se hubiera marchado de mi país
Yo no fuera estanque de aguas quietas
si el abismo de sangre y golpe dejase mi alma libre para el regreso...
Ese amor de madre!!! Que inmenso!!! Un dia le pregunte a mi mama, la que me enseno que es la ternura, que significaba ser madre? me contesto con una fabula que me estremecio los rincones mas profundos de mi adolescente cuerpecito.
ResponderEliminar"Una pareja en la cual la muchacha odiaba muuucho a la mama de su esposo, le comento a este, que para demostrarle su amor, tendria que ir a donde su mama, arrancarle el corazon y traerselo como muestra de lealtad y amor a ella. Lo hizo, y a su regreso, en una carrera precipitada cae al suelo, es el momento en que el corazon, todavia en sus manos, le dice: te haz hecho dano hijo mio?"
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ResponderEliminarNada puede devolverte lo que las hienas te robaron. Nada puede librarlos a ellos de su conciencia.
ResponderEliminarDuele saber que ocurren estas feas y dolorosas historias capaces de tocarnos el corazón. Me alegra que esa madre tuviera fuerzas para rememorar tan tristes jornadas de soledad.
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